El hebreo es un idioma de origen semítico y ha sido considerado erróneamente una “lengua muerta” junto con el latín
y el griego clásico.
Lejos de ser “muerto”, es uno de los idiomas más antiguos usado actualmente en el mundo.
Más de 6 millones de personas en el estado de Israel y miles de personas en el mundo hablan este idioma día a día.
La palabra hebreo ( IVRIT ) tiene su raíz en la palabra “pasar” y se refiere al pueblo hebreo, cuyo tronco común proviene
de Abraham (Biblia) quien por un llamado divino, fue ordenado “pasar” al otro lado del Eufrates (Babilonia) y ser el
padre de un nuevo pueblo. El contexto puede ser entendido como el “paso” a una nueva corriente de pensamiento religiosa.
El hebreo es el lenguaje con el que se escribió originalmente la Biblia, y todos los ejemplares en el mundo son traducciones
de traducciones del original que se mantiene aún en este idioma. La primera traducción fue hecha al griego y a partir
de ahí posteriores versiones han sido llevadas a todos los idiomas en el mundo.
A pesar de que después del siglo II fue declarado idioma muerto, el hebreo siguió siendo a través de los siglos, el idioma
de uso ritual diario y de estudio entre el pueblo judío.
Luis de Torres, un judío converso que acompañó a Colón en su primer viaje como intérprete, intentó hablar en hebreo con los nativos
(que suponían habitantes de la India), y posteriormente hubo quienes sostuvieron que dichos indios descendían de
las diez tribus perdidas de Israel.
Durante el Renacimiento, los estudiosos cristianos se interesaron profundamente en el Antiguo Testamento y produjeron
nuevas traducciones del mismo a partir del original hebreo, como sustitutos de la traducción latina, la Vulgata.
En el siglo XVII en los Estados Unidos se convirtió al hebreo en parte de los programas de estudios en universidades tan destacadas
como Harvard, Columbia, Yale, Brown, Princeton, Johns Hopkins, Dartmouth y Pennsylvania; Yale, Columbia y Dartmouth todavía
tienen inscripciones hebreas en sus sellos.
Los graduados de la Escuela de Teología debían ser capaces de leer el Antiguo Testamento en su idioma original exigencia
aún vigente en Dinamarca.
Muchas palabras del hebreo han sido adoptadas a otros idiomas: alfabeto, sábado, amén, Mesías, aleluya, querubín, serafín,
Satán, leviatán, jubileo, ascalonia (de Ashkelón), gasa (de Gaza), sodomía, etc.
Muchos nombres personales derivan directamente del hebreo:
El idioma hebreo de hoy era hablado desde hace 4,000 años en Jerusalén, pero como todo idioma moderno, el hebreo ha
sido actualizado gracias a los esfuerzos de Eliézer Ben Yehuda, quién en la década de 1880 lo adoptó a la vida cotidiana
creando nuevos términos que exigía el mundo moderno.